Su forma era de acero, con forma de hueso y tres tanques de trimado que achicaban por medios de bombas y su cuota máxima de inversión era de 30 metros. Incluso introdujo un factor innovador como fue un proyector lanzatorpedos en la proa (no se volverían a ver hasta los submarinos norteamericanos en la Primera Guerra Mundial)
A Peral se le concedió la medalla del Mérito Naval con distintivo rojo por el peligro que corrió durante las pruebas. Durante cuarenta años el submarino de Peral fue abandonado y desguazado en el Arsenal de Caracas, hasta que en 1929 el almirante Mateo García de los Reyes, primero comandante de la armada submarina españolo logró recuperarlo y dejarlo a salvo en Cartagena.
En 1965 a petición del Ayuntamiento de Cartagena pasó a constituir un monumento en la plaza de los Héroes de Cavite. En 2002 tras la remodelación del frente marítimo de la ciudad fue trasladado al paseos Alfonso XII, hasta que finalmente el 15 de diciembre de 2012 se traslado al Museo Naval de Cartagena, más en concreto a la sala del arsenal marítimo, siendo abierto al público en septiembre de 2013.
La entrada del submarino no ha podido ser más positiva solo en el mes de Octubre se contabilizaron 4.521 visitas al museo, y más en concreto a la sala del submarino, ya que este esta ubicado en una sala independiente que se puede visitar sin necesidad de atravesar el sala principal
(Submarino Peral en su antigua ubicación en el paseo Alfonso XII)
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